CHAMANISMO,
NEOCHAMANISMO:
El chamanismo es una palabra que
hace referencia a una serie de prácticas realizadas por pueblos
"primitivos", "originarios", "primigenios" o
"de mentalidad mágica" o "religiosa". No hace referencia a
prácticas concretas sino a un cierto tipo de creencias generales, más allá de
que dos creencias chamánicas pueden estar en completo desacuerdo y aún así, ser
ambas chamánicas.
El neochamanismo es una palabra
un tanto más new age, con todo lo que eso significa, que hace referencia a un
retorno a este tipo de creencias, desde la sociedad actual. No es que la
persona esté inmersa en la mentalidad mágica sino que por el contrario, penetra
en ella sin salir de la sociedad occidental, capitalista, técnica,
cientificista, etcétera en la que vivimos.
Por último, tecnochamanismo hace
referencia a una vuelta similar a la del neochamanismo, pero con la sutil
diferencia que no se trata de simplemente penetrar en la mentalidad mágica
desde la mentalidad técnica, sino más bien de hacerlas mutuamente
comprensibles, o por decirlo de otro modo, de fusionar ambas mentalidades.
Así, un chamán realiza un ritual
que comprende puesto que vive en un mundo mágico. El neochamán muchas veces es
un incauto que repite un ritual tipificado sin conocer su significado íntimo o
conocerlo de una forma meramente conceptual, como quien dice que conoce a otra
persona -por citar un ejemplo- cuando ha visto una foto de ella.
ORÍGENES
DEL CHAMANISMO:
Hace muchos miles de años atrás
en una época muy antigua que se pierde en la oscura noche de los tiempos, en
que la humanidad era más pura y sensible a las manifestaciones superiores de la
vida, se vivía una vida más tranquila y en pleno contacto con la naturaleza. Allí
existía la gran religión de la Madre Natura en todos sus templos naturales
esparcidos por el mundo entero. El chamán era entonces el supremo sacerdote que
podía oficiar sus cultos sagrados al sol y a las estrellas lo mismo en los
valles sagrados que en las altas cumbres de las montañas o entre las rocas.
La danza rítmica y los cantos a
la luz del fuego en las noches de luna llena; la contemplación y el canto a los
ríos y los mares, observar los valles desde las altas colinas, escuchar el
canto de las quebradas entre las selvas vírgenes; las fiestas de la primavera y
las del sol ofrecidas a la fertilidad y a la abundancia, todo esto era entonces
algo sagrado y esencia y base de la armonización del hombre con la Madre
Tierra. Todos estos pueblos ofrecieron sin excepción sus respetos y veneración
a nuestra tierra y adoraron las maravillas que nos ofrece la creación. Porque
el hombre antiguo sabía que estaba íntimamente ligado a la Naturaleza, y su
rito de veneración hacia ella era algo común entre todas las razas e idiomas. Esto
demostraba desde el principio que el chamanismo siempre fue algo universal en
nuestro planeta y que hasta ahora siempre sigue latente en el corazón de la
naturaleza y del hombre que sabe integrarse a ella, no para doblegarla sino
para cuidarla y respetarla. Por eso, el indígena no se considera ajeno a la
naturaleza, sino parte de ella y como parte de ella, la ama, respeta y capta su
magnificencia para ser digno de recibir su alimento, su medicina y su
sabiduría. El chamanismo, es esa
sabiduría ancestral, milenaria que escapa a los registros históricos y que los
sabios indígenas conocen desde la más remota antigüedad. Se basa en un
conocimiento profundo acerca de los mecanismos y leyes que rigen la naturaleza,
los elementales y la composición energética y vital de cada planta, árbol o raíz de la pacha mama para
integrarse con ella, en lugar de intentar dominarla. El lenguaje del chamán
siempre fue el mismo en los distintos rincones del mundo, no importa donde
viviera, él era el ser destinado, elegido por la madre natura, como intercesor
entre ella y los hombres, para hablar su lenguaje, era el lenguaje de la misma
esencia del hombre, cuya profundidad trasciende las fronteras. Existía en ese
entonces la conciencia mágica de la conexión entre las dos fuerzas primarias de
la naturaleza: el padre sol y la madre tierra. El culto al Inti, al padre sol y
al fuego como elemento masculino, se enlaza con la adoración a la pacha mama, la
madre tierra, el eterno femenino. Entonces la madre da a luz, multiplicidad de
formas de vida que son expresión perfecta de la creación y del creador. En toda América, el uso de las plantas
sagradas ha sido una tradición, dentro de las antiguas culturas: el peyote, el
San Pedro, el Yajé, el Ayahuasca, el Yopo, etc. forman parte de los ritos y
ceremonias, con un profundo sentido sagrado para conocer los secretos acerca de
la vida y de la muerte, y contactarse con los espíritus de la naturaleza.
ORÍGENES
DEL NEOCHAMANISMO:
El término chamán está vinculado
a las comunidades tribales, al brujo sanador que se conecta con la realidad
subyacente, en estado de trance ó de conciencia expandida, de donde extrae
conocimiento que utiliza para curar física y espiritualmente. El chamanismo son
todos los procedimientos, prácticas y saberes necesarios para la formación y el
ejercicio como chamán. El neochamanismo es el aprendizaje que los chamanes de
ciudad, adquieren por mediación de de un chamán indígena, pero mezclado
culturalmente. El neochamanismo se originó por la escisión de la Antropología
con los métodos ortodoxos de investigación, Estos primeros investigadores
convirtieron el relato en la experiencia, ellos mismos se volvieron chamanes. El
pionero de este grupo es el antropólogo norteamericano Michael Harner, quien
inició su aprendizaje y prácticas de chamanismo durante sus estudios
académicos, a partir de del año 1956. Harner vivió y trabajó con indígenas del
Alto Amazonas, México, Perú, en el Ártico de Canadá, Samiland, y la costa oeste
de Norte América. La Senda del Chamán es uno de sus libros más conocidos, donde
narra sus experiencias con la ayahuasca, conocida también como yagé.
Actualmente existe una
organización de chamanes curacas en el sur de Colombia denominada Unión de
Médicos Yageseros de la Amazonía Colombiana “UMIYAC”, que congrega a los
indígenas calificados y autorizados por su comunidad para trabajar como tales,
tanto en la selva como en la ciudad. De esta manera se ejerce control y
protección tanto para ellos como para los citadinos. El yagé es una bebida que
se prepara con el bejuco del mismo nombre, combinado con la chagruna o
chagropanga. Se debe tomar bajo la asistencia de un chamán, ya sea hombre ó
mujer, debido a que la expansión de conciencia activa el inconsciente,
permitiendo aflorar problemas sicológicos que escapan al control de una persona
corriente. El chamán es sanador y guía, debido a su capacidad de manejar y
dominar ambas realidades, la ordinaria y la subyacente. Es importante recalcar
que el chamán nace, no se hace. Si bien es cierto que el oficio requiere de
unos conocimientos y técnicas especiales que le acreditan, también es cierto
que el sanador espiritual es poseedor nato de dones especiales que le facultan
para percibir el inconsciente y comprender la naturaleza humana. El
neochamanismo surge entonces de la fusión de la cultura indígena con la de la
ciudad. Actualmente, muchos de estos neochamanes son médicos, sicólogos,
psiquiatras y terapeutas que han integrado en sus métodos curativos la
sabiduría indígena con la académica. De este modo la curación sucede en lo
sicológico ó espiritual, en la comprensión y en la aceptación interior, más
allá del síntoma. El estado físico en íntima relación con el interior de sí, es
lo que genera una nueva visión espiritual.
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